

Hablar de una inflación anualizada superior al 13%, como lo reportó el DANE en su última entrega de cifras, parece que será cosa del pasado dentro de muy pronto según los pronósticos del área de Investigaciones Económicas de Bancolombia.
La lectura del último dato de la inflación (13.34%) deja un mensaje agridulce, de un lado se puede observar una tendencia a la baja de los alimentos, pero del otro, el costo de vida, sin tener en cuenta los alimentos estuvo por encima de lo esperado debido a la fuerte alza de los arriendos.
En alimentos procesados puede observarse como la inflación pasó de un crecimiento mes a mes del 1.56% a un 0.83% en marzo y en los perecederos disminuyó del 1.70% al 1.14%. Esto puede observarse en incrementos más moderados de alimentos como el arroz, la carne, la leche, el pan, el tomate, la yuca, la cebolla y la papa, entre otros.
Las noticias no son tan positivas, cuando se observa la inflación sin alimentos. El crecimiento mensual de los arriendos que pasaron de un 0.63% a un 0.78% siguieron impulsando el costo de la vida en el país.
Sin embargo, la tendencia alcista de la inflación en los alimentos se podría acentuada e, incluso, contrarrestada desde julio. Según Bancolombia la llegada del fenómeno del Niño, la reducción de los precios de la urea, el nitrógeno, y los alimentos a nivel global, sumado al retorno de los fletes marítimos a precios de 2019 serán factores que contribuirán a una disminución de los costos alimentarios en el país.
La preocupación persiste, con lo que pueda suceder con los incrementos de la gasolina, así como con las tarifas de energía, las cuales, debido a un clima más seco, podrían experimentar alzas en el segundo semestre del año.
En conclusión, de acuerdo con la Dirección de Investigaciones Económicas de Bancolombia, la inflación de alimentos cerraría este año en un 8.5% y la básica (sin alimentos) sería del 9.15% para un dato consolidado al finalizar 2023 del 9%, lejos del 13.1% de 2022. Eso sí, como ñapa, Bancolombia estima que el Banco de la República deberá seguir aumentando sus tasas de interés y, espera que en la próxima junta lo haga en 25 puntos básicos. Todo ello como una medida para seguir obligando al costo de vida a ajustarse y volver a sus cauces, es decir, a cifras por debajo de un dígito.