

Este 12 de marzo la empresa realiza la cuarta jornada de cambio de compuertas en la torre de captación del embalse La Fe para avanzar en modernización de la planta La Ayurá
Actualmente EPM adelanta un ambicioso proceso de modernización con el que se pondrá a punto para responder adecuadamente a los retos que le plantean las proyecciones de crecimiento poblacional y los impactos del cambio climático a mediano y largo plazo en el área metropolitana del Valle de Aburrá.
Este plan de modernización prevé la ampliación de capacidades de tratamiento y distribución de todo el sistema de acueducto que abastece de agua potable este territorio que, con más de 4 millones de habitantes, es la segunda mayor conurbación del país, después del área metropolitana de Bogotá.
Justamente, esta semana EPM anunció que adelantará la cuarta y última jornada de cambio de compuertas de la torre de captación del embalse La Fe, con lo que lograrán un avance significativo en la modernización de la planta de potabilización La Ayurá, que es una de las mayores del sistema, pues abastece 50% de la población del Valle de Aburrá.

Explicó la empresa que en octubre, noviembre y diciembre de 2022, se cambiaron las otras compuertas de esta torre de captación y que, como en esas ocasiones, este procedimiento, que se hará a 17 metros de profundidad, obligará a la interrupción escalonada del servicio durante 12 horas, especialmente en el sur del Valle de Aburrá, entre el 12 y el 13 de marzo.
Estimó que el proceso de modernización de la planta La Ayurá concluirá en 2026, incluyendo infraestructura y tecnología de tratamiento y calidad de agua, con lo que aumentará su capacidad de potabilización 5,8 m³ de agua por segundo a 7,2 m³.
“Para la modernización de La Ayurá estamos hablando de una inversión de, aproximadamente, unos 250.000 millones de pesos, de los cuales ya se han invertido, más o menos, 115.000 millones de pesos. Osea vamos en el 42%”, dijo Juan Carlos González Ramírez, director de Operación y Calidad de Agua y Saneamiento de EPM.
Este plan prevé también la modernización de la planta Manantiales, proyecto similar en importancia al que se ejecuta ahora en La Ayurá.
“Manantiales, en estos momentos, tiene una capacidad de 4.2 m³ que vamos aumentar hacia el futuro. En una primera etapa, hacia 2024, para que sean 5 m³ por segundo y, hacia 2026, para llegar a 7 m³ por segundo, con el fin de dar todo el respaldo al sur del Valle de Aburrá e interconectarnos, incluso, con la parte occidental más densa de la ciudad, que son las comunas de Belén y La América, que podrían ser abastecidas por Manantiales y también por La Ayurá. Esto también lo estamos reforzando con capacidad de transporte y nuevos tanques en la zona de Calasanz”, amplió González.

Además, la empresa está ejecutando otros proyectos orientados a mejorar el servicio en el sector centro occidental y centro oriental de la ciudad, como es el caso de la interconexión entre el tanque Santa Elena y la planta La Cascada, y otros proyectos menores con los que apuntan a aumentar la confiabilidad del suministro y bienestar para todas los usuarios que, históricamente, se han abastecido de estas infraestructuras o de otras más pequeñas que también forman parte de la red EPM.
“Aquí es importante hacer una claridad: esto nunca termina. Siempre la ciudad tendrá nuevas necesidades y siempre tenemos que estar mirando los planes de corto, mediano y largo plazo. En el proceso de largo plazo hacia garantizar un abastecimiento, digamos, de 50 años. Y ya, en los temas de La Ayurá y de Manantiales, 2027 digamos que marcará un hito muy positivo porque despeja mucho el panorama de futuro frente a todo lo que es cambio climático y lo que son los fenómenos grandes que vive el mundo; hacia el 2027 tendríamos ya un fortalecimiento muy grande del sistema, pero, nuevamente, esto no termina”, explicó González.
De esta manera, la empresa aspira a ampliar considerablemente su capacidad de suministro de agua potable para responder adecuadamente a una demanda creciente que deberá cubrirse con los mayores estándares de calidad, en el largo plazo. “Con todas las etapas, pensamos que vamos a pasar, de unos 9 o 10 m³ por segundo, a unos 14 m³ por segundo. Es una ampliación considerable, notoria. Podría llegar a ser cercana al 40% o un poco más”, comentó, a modo de conclusión, el director de Operación y Calidad Agua y Saneamiento de la empresa.