Por Ruth Islena Martínez Velásquez.
Cuando nos aventuramos en el emocionante camino de construir una empresa desde cero, nos encontramos con una serie de interrogantes que nos desafían: ¿Cuán rentable será nuestro emprendimiento? ¿Qué valor aportará al mercado? Y una pregunta que, sin lugar a duda, nos hace replantearnos todo: ¿Cuál es nuestro nicho de mercado? Estas incógnitas son universales y, aunque no exista una fórmula mágica para responderlas de inmediato, podemos prepararnos para abordarlas con inteligencia y visión estratégica.
Quiero compartir con ustedes mi experiencia acumulada durante más de 10 años en consultoría, donde he estado inmersa en procesos de innovación, transformación digital y creación de nuevos modelos de negocio. A través de esta travesía, he desarrollado una estrategia que me ha permitido forjar empresas con un valor diferenciado. Cuando hablo de valor, me refiero al contenido intelectual, técnico e innovador que satisface necesidades específicas en el mercado actual.
Entender la Estrategia de Gestión de un Negocio de Valor Sostenible será el enfoque que adoptaremos en este artículo.
(…) el capital inteligente debe alimentarse siempre del conocimiento del mercado, pues solo así la empresa podrá seguir creciendo y posicionándose a través del valor que genera.
Comencemos por definir el significado de cada etapa dentro del modelo:
Conocimiento: Este se refiere a los saberes empíricos, técnicos y expertos que posee la empresa. Con el tiempo, estos conocimientos se convierten en el capital intelectual del negocio, permitiendo a la empresa explorar y experimentar continuamente.
Experiencia: Esta etapa hace referencia al recorrido y las interacciones de la organización con el mercado y sus productos. La experiencia y el conocimiento se convierten en la combinación perfecta del Saber hacer, Saber Entender el mercado y Saber transmitir, lo que para este caso llamaremos las tres S.
Finalmente, podemos definir que los dos primeros elementos de la estrategia son el capital inteligente y de valor de una empresa.
Conexión con el mercado: Esta etapa se refiere a la claridad que tiene la empresa sobre su nicho de mercado. Esta claridad permite que la empresa genere estrategias de posicionamiento y fidelización cercanas, amigables y con una comunicación clara y precisa. Esta etapa es fundamental porque es el mercado quien otorga valor a tu negocio. No basta con tener un capital inteligente, sino que también es necesario sumarle valor, y una empresa vale cuando los clientes eligen sus productos o servicios debido a que resuelven necesidades reales y ofrecen beneficios diferenciales.
En conclusión, el capital inteligente debe alimentarse siempre del conocimiento del mercado, pues solo así la empresa podrá seguir creciendo y posicionándose a través del valor que genera.
Innovación: La innovación debe ser constante dentro de la empresa, tanto interna como externa. Internamente, los fundadores de nuevos negocios deben garantizar y promover la gestión del conocimiento, creando espacios donde el equipo colaborador pueda aprender y adquirir nuevos saberes. La gestión del conocimiento externa se da a partir del entendimiento del entorno, nuevas tecnologías y cambios en el mercado. Cuando la vigilancia continua se realiza de manera correcta, programada y organizada, la innovación se materializa a través de nuevos productos y servicios, nuevos modelos de negocio, estrategias efectivas de posicionamiento de marca, transformación del modelo de negocio y crecimiento en el mercado, utilidades y ventas.
Sostenibilidad: Esta etapa se alcanza como resultado de la gestión de las cuatro etapas iniciales. La sostenibilidad nos permite medir el cumplimiento de los objetivos tanto cualitativos como cuantitativos. Por ello, el enfoque radica en estructurar los pilares de la empresa de manera medible y alcanzable.
En resumen, la construcción de un negocio exitoso y sostenible requiere un enfoque integral que abarque desde la adquisición de conocimiento hasta la innovación continua y la conexión genuina con el mercado.
*IMnóvate trabaja para que las empresas asuman la transformación digital y la innovación estratégica como asuntos clave para su acierto y consolidación.
