Por Ángela Maya
En la economía colombiana las cesantías se han convertido en un componente vital en la protección y bienestar financiero de los trabajadores. Esta prestación social, administrada por entidades especializadas como Protección, es un recurso que ha demostrado su valía a lo largo de los años. Por ello, examinar su relevancia desde una perspectiva basada en datos y cifras, es primordial con el fin de comprender cómo estas impactan la vida de los ciudadanos y sus familias y contribuyen de esta manera al desarrollo económico del país.
En el 2022, el valor de las cesantías administradas por los Fondos de Cesantías superó los 16 billones de pesos. Esta suma representa el colchón financiero disponible para los trabajadores colombianos en caso de desempleo, por lo que, indudablemente, son una fuente de tranquilidad en un mundo laboral lleno de incertidumbres.
(…) las cifras no mienten: las cesantías son un componente esencial de la protección financiera de los trabajadores colombianos. Brindan estabilidad económica en momentos de crisis y fomentan la inversión en vivienda y educación.
Adicionalmente, una de las facetas más notables del uso de las cesantías es su contribución a la adquisición y mejora de vivienda. Solo en 2022, al corte del 30 de septiembre, más del 50% de los retiros realizados por los clientes se destinaron a la compra y mejoramiento de viviendas, inversión que se traduce en la posibilidad de tener una casa propia para miles de colombianos.
Además de su impacto en la vivienda, las cesantías son un vehículo para la inversión en educación. El año pasado, los clientes de Protección que realizaron retiros destinaron el 17% del total de los recursos de cesantías a este propósito, lo que muestra un aumento de 8,5% del valor frente a 2021. Esto refleja que los trabajadores ven la educación como una herramienta para el crecimiento personal y a mejorar sus oportunidades laborales y las de sus familias.
Según el DANE a corte de agosto de 2023 la cifra de desocupación en el país fue de 9,3%, Aunque es un indicador que ha cedido en comparación al mismo mes del año anterior, nos lleva a reflexionar sobre la importancia de contar con un seguro de desempleo como son las cesantías, mucho más si tenemos en cuenta que en promedio una persona tarda de 6 a 8 meses en volver a encontrar un empleo, así que partiendo de la base de que las cesantías equivalen a un mes de salario, deberíamos como sociedad tener una cultura de ahorro más afianzada que nos permitiera ahorrar este recurso con mayor disciplina.
En resumen, las cifras no mienten: las cesantías son un componente esencial de la protección financiera de los trabajadores colombianos. Brindan estabilidad económica en momentos de crisis y fomentan la inversión en vivienda y educación. Por ello, ahora que se acerca un nuevo ciclo de consignación de las cesantías, cuya fecha límite es el 14 de febrero de 2024, la invitación no es solo a los empleadores a cumplir con el compromiso de consignarlas, sino a los ciudadanos a ser más conscientes de la importancia de cuidarlas y ahorrarlas para el futuro.
