Recorrer el Centro Cultural Claustro Comfama, en pleno corazón de Medellín, es atravesar más de dos siglos de historia. En una visita guiada por el equipo de la caja de compensación, liderado por su director, David Escobar, Valor&Negocios conoció de primera mano un edificio patrimonial que alberga verdaderas joyas ocultas: un mural descubierto tras siete capas de pintura, ventanas arqueológicas, una capilla del siglo XIX —hoy convertida en un pequeño teatro— y los vestigios del primer acueducto de Medellín. Este último, un hallazgo arqueológico abierto al público, permite apreciar las antiguas acequias que transportaban el agua en la época.
El descubrimiento del acueducto modificó por completo el diseño original del patio central. Lo que sería un espacio verde con zonas de encuentro se transformó en una sala expositiva a cielo abierto de 170 m², donde conviven un guayacán preservado y los elementos restaurados del sistema hidráulico: piezas de piedra limonita, tabletas de barro, fundaciones y acequias del siglo XIX.
Antiguo acueducto de Medellín
La restauración del edificio —considerado un orgullo para el patrimonio colombiano— ha sido asumida por un equipo de Comfama decidido a recuperar y modernizar el Claustro. Desde el inicio del proyecto en 2021, y con una entrega prevista para 2027, se han invertido cerca de $19.000 millones, de un total estimado de $93.000 millones, para intervenir más de 12.000 metros cuadrados.
Según David Escobar, director de Comfama, “con cada avance en la renovación de nuestro Centro Cultural Claustro Comfama San Ignacio ratificamos que la cultura y la educación son esenciales en un proyecto social como el nuestro. Desde este espacio contribuimos a consolidar una sociedad más justa, transformamos la vida de las familias e inspiramos a las empresas de Antioquia. Aquí se materializa el aporte de la compensación al país, gracias a la confianza que las empresas depositan en el sistema del subsidio familiar. Con proyectos como este cuidamos el patrimonio, abrimos caminos para la formación y el conocimiento y disfrutamos del arte y la cultura”.
David Escobar, director de Comfama
Desde principios del siglo XIX, el Claustro ha estado al servicio de la ciudad y, especialmente, de la educación. Hoy Comfama busca ampliarlo con nuevas actividades y contenidos. En su balance social, Escobar destaca que cerca de 2,1 millones de personas han participado en las más de seis mil actividades programadas en los últimos dos años, entre cine, teatro, danza, tertulias y conciertos. Además, unas 86.000 personas han tomado cursos de educación para la vida, que van desde gastronomía y baile hasta artes gráficas y deportes.
Las fases que siguen —con entrega prevista para 2027— completarán la transformación del Claustro. Incluirán una hemeroteca con zonas de lectura y estudio; la intervención del torreón para mejorar la circulación; nuevos espacios expositivos; un taller de ideas para potenciar proyectos artísticos y culturales; una huerta urbana como espacio de conexión con la naturaleza; y una agencia de viajes renovada para servicios turísticos y recreativos.
