Las regulaciones actuales y las facilidades tecnológicas permiten que hoy cualquier persona acceda a las oportunidades que ofrece el mercado de capitales local
Falta de plata, desconocimiento y temor, han sido las cuestiones que históricamente han levantado una barrera casi infranqueable entre las personas comunes y el mercado de capitales.
Tras casi cien años de maduración del mercado y del crecimiento y evolución de la BVC, desde la unificación de las bolsas de valores regionales en ella, en Colombia sigue siendo un desafío enorme propiciar el conocimiento respecto a este mundo de las finanzas, que es fundamental para que nuestra economía se desarrolle. Largo camino por recorrer porque, en general, economía y finanzas elementales son una materia pendiente para nuestra sociedad porque exige que se definan parámetros o políticas para transformar la forma en que estos asuntos se abordan e imparten desde la infancia y que, además, garanticen el aporte y participación permanente de los actores públicos y privados involucrados en estos ámbitos.
“Nos falta ahorro doméstico y eso es un desafío significativo porque limita la cantidad de capital disponible para inversión en el mercado de valores. Es un problema muy grave, la gran mayoría de la población colombiana no conoce de finanzas personales, mientras que en los países desarrollados, los jóvenes invierten en bolsa parte de los ahorros que les dan sus padres”, señala Diego Ramírez, profesor y coordinador del Laboratorio Financiero – Punto BVC de la Universidad de Antioquia.
Sin embargo, se han pulido reglas y prácticas, han surgido actores y se han concretado estrategias y avances tecnológicos que están contribuyendo para que la BVC sume nuevos emisores y enganche públicos que se interesen por convertirse en inversionistas de la bolsa y puedan, así, ser muchas más personas las que accedan a las oportunidades que ofrece el mercado.
Colombia tiene estructuralmente un problema de bajo ahorro, de baja inversión y eso limita el crecimiento de nuestro país. Obviamente, ahí está el rol fundamental que juega el mercado de capitales, tanto el intermediado y el no intermediado, para fomentar ese ahorro de largo plazo y aumentar el crecimiento del país, Luis Fernando Mejía, director ejecutivo de Fedesarrollo.
En nuestro país, apenas un poco más del 1% de la población invierte en la Bolsa de Valores. Mientras que en las economías más desarrolladas es natural que las personas del común inviertan en acciones porque las consideran una muy buena opción para acceder a rentabilidades de largo plazo y crear patrimonio. Para ilustrar la dimensión del reto que tenemos tomemos los casos de Estados Unidos y España, que son mercados familiares para Colombia. En 2023, el primero cerró con más del 58% de las familias con inversiones en la bolsa y España terminó con más del 12% de su población económicamente activa invirtiendo en la bolsa.
Participaciones de ese nivel muestran, por un lado, el conocimiento y cultura que esos países han desarrollado alrededor de las finanzas y, por otra parte, contribuyen definitivamente a la dinamización del mercado, generando beneficios tanto para emisores como para inversionistas.
De ahorrador a inversionista. Como en todo, hay que interesarse y aprender
La conformación de la BVC fue una recomendación de la primera Misión del Mercado de Valores en la década de los 90. ¡Check! Ahora, propiciar la educación y promoción del mercado de capitales es una sugerencia que resaltó como urgente la última Misión, la de 2019; ¡Buenísima idea! se acogió, pero requiere mucha profundización.
“Yo siento que ni a los bancos, ni a las firmas de bolsa, ni a la bolsa misma, les ha preocupado el tema de la educación financiera. Mejor dicho, no se han preocupado nunca por brindar una mejor educación. Y creo que la poca que hay es por el dinamismo más de otros sectores, de otros interesados, por ejemplo sitios de internet. Es más, están jalando más los particulares que el mismo sector”, reflexiona el periodista Héctor Hernández, director del informativo financiero Primera Página.
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El profesor de Macroeconomía de EAFIT, Hernán Álzate, tiene una perspectiva un tanto distinta, pero que no le merma tamaño al desafío de nuestro país para fomentar interés, actividad y cultura inversionista en la gente.
“Desde el lado de la Bolsa hay esfuerzos enormes en términos de productos, de educación financiera y demás, pero que no logran un eco en parte de la industria ni en la academia”, comenta el profesor Alzate y añade una reflexión: “hay un elemento idiosincrático que pesa demasiado, particularmente en América Latina, y es el facilismo. Si vemos algo difícil, más bien no”.
Algo por el estilo anotó Luis Fernando Mejía, director ejecutivo de Fedesarrollo, durante su charla en un seminario que su entidad coorganizó con el Autorregulador del Mercado de Valores y el centro de pensamiento ANIF, sobre el mercado de capitales: “En la región, países distintos a Colombia están por encima de los niveles de inversión del 2019, todos: México, Chile, Perú, incluso Argentina, a pesar de la crisis reciente. Nosotros estamos casi un 25% por debajo de los niveles que teníamos en el 2019. Hay un problema de fondo y es un problema individual, idiosincrático de Colombia, no es un problema externo en donde, en general, las tasas de inversión vengan cayendo en los diferentes países de América Latina”, subrayó.
Es razonable, entonces, que emerja la pregunta ¿cómo consolidar una cultura de la inversión en una sociedad que está lejos de comprender la importancia del ahorro y establecer diferencias entre las distintas herramientas financieras de cara a asegurar un mejor porvenir?
Julián Cárdenas, de Protección, compartió algunas ideas básicas para tener en cuenta en el manejo de las finanzas personales: “El ahorro, por lo general, uno lo asocia a algo que tiene disponible, que guarda en el cajón de la mesita de noche. Pero cuando uno habla de inversión asume un nivel de riesgo mayor para obtener unos rendimientos potencialmente más altos. Es muy importante no satanizar ningún tipo de inversión, ninguna es 100% buena ni mala, cada cual tiene su momento. Eso sí, si se quiere pasar del ahorro a la inversión, lo primero es reconocer el perfil de riesgo y el horizonte de inversión; luego entender qué opciones de inversión existen y qué nivel de riesgo tienen. Con eso uno puede ir construyendo ese ahorro, esa inversión de largo plazo”, recomendó.
En ese sentido, el experto en Estrategias de Inversión de Protección indica que, en términos generales, el ahorro implica un sacrificio, que es el negarse a gastar, pero enfatiza en que, si se hace conciencia de que, con el ahorro de hoy se podrá gastar más y con más tranquilidad en el futuro, las personas pueden ver y entender el sentido y beneficio del ahorro, en lo que es clave establecer plazos y metas claras.
“Cuando se logra construir ahorro, uno puede mover la perilla del riesgo para aspirar a otro tipo de inversiones más complejas y que, de pronto, le puedan ofrecer mayor rentabilidad. Aquí es muy importante evitar pensar que unas opciones son buenas y otras son malas. Todas se complementan. Por ejemplo, el ahorro ofrece liquidez y, en teoría, algo más seguro, mientras que el mercado de capitales tiene un potencial de ofrecer mayores rendimientos a largo plazo, pero conlleva mayor riesgo y una gestión distinta. Todo tiene algún nivel de riesgo, y a medida que se va evolucionando en la vida se plantean distintos objetivos y para cada objetivo hay una herramienta que le queda a la medida”, analizó Cárdenas.
Está claro, en Colombia hay mucho por hacer para que la gente se familiarice con el mercado de capitales. No obstante, al respecto hay bastante información y de calidad disponible, además de una variada oferta de asesorías, cursos y especialistas en la materia, e inclusive concursos, entre los que resalta Bolsa Millonaria, una estrategia de la BVC que ha tomado un nuevo impulso, representando una oportunidad sinigual para que cualquier persona apropie los fundamentos básicos para transar en la bolsa. “En las universidades ofrecemos diplomados, cursos, charlas. Por ejemplo, la Universidad del Rosario ofrece diplomado y cursos en línea sobre cómo invertir en el mercado de capitales, para empresarios, emprendedores, estudiantes o profesionales que desean aprender. Y el concurso Bolsa Millonaria es para todos los públicos. De hecho, a los estudiantes de colegio no les cobra. También el Autorregulador del Mercado de Valores (AMV) ofrece capacitaciones y en su sitio web tiene guías sobre Cómo invertir en acciones, Cómo invertir en bonos, Cómo invertir en un Fondo de Inversión Colectiva (FIC), o El ABC del inversionista, son 14 en total”, resalta el profesor Ramírez de la UdeA. [Conozca Burcamp la plataforma de AMV]
El ahorro ofrece liquidez y, en teoría, algo más seguro, mientras que el mercado de capitales tiene un potencial de ofrecer mayores rendimientos a largo plazo, pero conlleva mayor riesgo y una gestión distinta. Todo tiene algún nivel de riesgo, y a medida que se va evolucionando en la vida se plantean distintos objetivos y para cada objetivo hay una herramienta que le queda a la medida, Julián Cárdenas experto en Estrategias de Inversión de Protección.
La oportunidad de invertir en la Bolsa desde el celular
En este punto es necesario hablar de Trii, la primera aplicación móvil desarrollada en Colombia para invertir en la Bolsa, y que viene revolucionando la dinámica de nuestro mercado bursátil. Entró en operación en 2021 y ya cuenta con 400 mil personas inscritas y listas para transar con su sistema. De esas, 165 mil ya han hecho al menos una inversión.
En tres años de operación, Trii ha conseguido un 20% más inversionistas de lo que la BVC había atraído en casi 70 años de historia y ha incrementado el volumen de operaciones en cerca del 30%. Con esta aplicación se están haciendo unas 1.500 transacciones diarias, cerca de la mitad de lo que transaba la BVC diariamente hasta 2021. Hoy Trii tiene en custodia una cartera de activos que supera los 150 millones de dólares. [Click para saber más]
“Estamos democratizando la bolsa de valores. Lo primero es acceso para todos, que sea fácil para cualquiera abrir una cuenta de inversión, a nivel de tecnología y de costos. Lo segundo es seguridad; nosotros trabajamos a través de una sociedad comisionista de bolsa que es vigilada y que es la que respalda nuestra operación. Lo tercero es educar, porque para que esto sea masivo necesitamos que la gente esté educada y tenga las herramientas para saber invertir. Y, por último, beneficios complementarios; Trii está creando un nuevo mercado, una nueva generación de inversionistas a los cuales hay que llegarles de forma distinta. Entonces, damos cupones de descuento para invertir, días sin comisión, o herramientas más profesionales a la gente retail”, explica Carlos Guayara, fundador de la fintech. [Trii te enseña. Entra acá para más]
Jugando se aprende a invertir
La oxigenación de Bolsa Millonaria, gracias a Trii, abrió una ventana que años atrás era inimaginable. Conviene conocer el caso de uno de los ganadores del concurso, César Martínez (22), estudiante de Administración de Empresas en la Universidad de Cartagena, oriundo de Arjona, Bolívar, quien se enteró de la existencia de la BVC de adolescente.
“A mi institución llega una persona que nos habla de la bolsa. Empieza con el concurso de Bolsa Millonaria para colegios, era 2015. Nos dijo que era como un juego. Nos daban 100 millones, obviamente ficticios. Como tenía miedo de que me cobraran esa plata después, cogí nada más $500.000 en acciones. Compro un día y dejo eso ahí. Pasan como dos o tres semanas, vendo, y me llaman de la BVC: ‘César, clasificaste en el concurso de Bolsa Millonaria tienes que irte a Sincelejo’. Y como tenía 14 o 15 años le conté a mi mamá y ella dice: ‘espérate ahí, vamos a llamar a algún lado para ver si eso es real’… ¡pensamos que era estafa!”, recuerda con gracia César.
Cuenta que, aunque en esa ocasión no ganó porque no tenía ni idea de lo que hacía, esa experiencia para él fue un gran descubrimiento.
“Como clasifiqué a las regionales, me dan unos cursos de la Bolsa de Valores de Colombia. Con eso me eduqué y a través de la persona que fue a mi colegio, Álvaro Anillo, el director del Punto de Bolsa de acá de la Universidad de Cartagena, mi mentor. En décimo, participo con un poco más de conciencia y volví a clasificar a las regionales, pero no gano. En ese momento digo: esto es lo que a mí me apasiona. Y decido estudiar Administración de Empresas porque era la carrera más relacionada aquí”, y así siguió, año tras año, hasta que el concurso dejó de hacerse un día.
“Entra la pandemia, así que el concurso dejó de hacerse como dos años. Abre nuevamente en 2022, gano en la universidad y la final a nivel nacional. Claramente me seguí educando y en 2022 aplico los conocimientos. ¿Qué me hizo ganar? ese sueño que tenía desde que estaba en el colegio, que sabía que yo debía ganar ese concurso. Y cuando lo reabrieron, supe que lo debía ganar. Era un deseo de demostrarme a mí mismo que podía”, recuerda complacido.
En aquel momento, la BVC y Trii le dieron a escoger entre 20 millones de pesos para invertir o 50 millones en educación. Dado que el promedio académico le permite a César ahorrarse el costo de la matrícula de cada semestre en la universidad y, además, le otorgará una beca para postgrado, él se inclinó por los 20 millones para seguir aprendiendo y tomar más experiencia como inversionista. [Conoce el concurso Bolsa Millonaria]
No obstante que César y otros entrevistados señalan que hace falta que más actores del mercado se comprometan con iniciativas como esta y les den mayor difusión, nunca antes Colombia había contado con tantas condiciones y facilidades para que las personas aprendan sobre la BVC y el universo de oportunidades que ofrece para la economía personal, familiar y general. Un universo, eso sí, que como cualquier cosa que se emprende para ganarse la vida o crear patrimonio exige dedicación. Frente a eso el confudador de Trii fue claro:
“Hay que pasar de esperar el éxito microondas, ese en el que se cree que basta meter el paquete de crispetas para que haga ¡pop!, para pensar en el largo plazo. Invertir en la bolsa de valores es para 10 y 20 años. Segundo, hay que conocerse como inversionista. Todos los inversionistas tenemos perfiles de riesgo y objetivos diferentes, y agarramos experiencia de forma distinta. Tercero, diversificar siempre va a ser muy importante. No le puedo confiar mi futuro financiero a una sola opción”, explicó el fundador de Trii y dio una recomendación final: “hay que echarse al agua. Te puedes leer 100 libros de natación y no por eso aprendes a nadar. Invertir es lo mismo, aprendes cuando empiezas a invertir. Descarga la aplicación, con 30 mil pesitos puedes empezar”.
En esto, el respaldo de la firma comisionista Acciones y Valores, de la BVC y la Superfinanciera, es prenda garantía de que al entrar en Trii se está interactuando con un actor formal y regulado, que, tal como va, será clave para aumentar la liquidez y la profundización del mercado latinoamericano, pues también opera en Perú y Chile, gracias a la integración consolidada en Nuam Exchange.
“La labor de Trii ha sido impresionante porque democratiza y genera inclusión financiera. De hecho, firmaron un convenio con Nequi. Eso es muy ganador, porque con Trii puedes invertir 50 mil pesos y comprar unidades de un fondo que invierte en el S&P500 o inclusive puedes comprar un ETF, puro y duro, listado en el mercado global colombiano”, resalta el profesor Alzate de EAFIT.
Las Micro, Pequeñas y Medianas empresas también tienen oportunidades con la Bolsa
Otra parte del esfuerzo de promoción del mercado está en la captura, atracción o creación de otro tipo de emisores, pues, de nuevo, este universo de oportunidades no es, ni puede ser, exclusivo de personas adineradas o grandes empresas.
Hay que generar una cultura alrededor de la educación financiera para que tenga sentido para la gente participar en bolsa. Eso implica culturalmente un cambio para nuestros empresarios porque van a tener que entender que no van a tener el mismo control, sobre todo los pequeños y medianos que están acostumbrados a tener el control total de su compañía, José Manuel Restrepo, rector de la Universidad EIA.
En la BVC, empresas no tan grandes, inclusive pequeñas o nuevas pueden hallar los recursos para crecer y fortalecerse y, en ese sentido, también se han activado estrategias con gran potencial e iniciativas que pueden ser determinantes para robustecer la base de emisores a la que aspira el mercado colombiano y, desde luego, el mercado integrado, con Chile y Perú.
De hecho, hay estrategias que han ido evolucionado y que ya muestran resultados: “Es muy importante que el empresario sepa que existen múltiples fuentes de financiación, que no descarte la bolsa, que haga el ejercicio. De hecho, con A2censo, que es de la BVC, ya hay crowdfunding, lo que se conoce como fondeo de manada. Eso provee facilidades de financiación, ya sea deuda o de equity. Ya salieron dos proyectos muy interesantes: el de la cerveza Bruder, y el de los hostales. Ya cerraron y los montos no eran menores, uno levantó cuatro mil millones y el otro como 1.700 millones. Hay proyectos de helados, de clínicas, de parques infantiles. Son cien millones, trescientos, ochocientos, y lo sacan a subasta”.
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Sobre esta iniciativa destacada por el profesor Alzate de EAFIT, el exministro José Manuel Restrepo agrega: “A2censo es un proyecto muy lindo, lo que pasa es que su escala es mínima. Se identifican unas compañías startup, que están en proceso de aceleración y se encuentra un camino para que haya financiación a través del crowdfunding. Es valioso. El punto es cómo lograr que se vuelva masivo. Si uno pudiera multiplicar el modelo A2censo en el país sería fantástico”.
Adicionalmente, para contribuir a la atracción y diversificación de emisores, la Unidad de Regulación Financiera (URF), del Ministerio de Hacienda, tiene bastante adelantado un proyecto de Decreto con el que se aspira a que las Sociedades por Acción Simplificada (SAS) puedan ampliar sus fuentes de financiación mediante emisión, que provea un marco normativo que les permita actuar eficientemente en el mercado de valores, garantizando la protección de los inversionistas, propuesta que el Congreso de la República deberá analizar pronto.
En síntesis, la Bolsa de Valores de Colombia y el mercado de capitales, encarnan numerosas oportunidades para cualquier persona, pero aprovecharlas requiere que cada quien se interese y actúe. Basta preguntar, la información y la asesoría están servidas.
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“El mercado de capitales, clave para el desarrollo económico de Colombia en el siglo XXI”, es un especial que pretende enriquecer la cultura general sobre el mercado de valores en nuestro país y familiarizar a las personas con la previsión y toma de decisiones en el ámbito financiero.
Para obtener asesoría financiera, consulta a un profesional.